La leyenda del Guardián de la Campana
Era un sábado a la mañana, y como siempre nos pasa a quienes amamos las motos, sólo pensaba en salir a hacer un poco de ruta para despuntar este vicio tan lindo. Casualmente, un gran amigo de la infancia y por supuesto motero de alma también, que seguramente pensaba lo mismo que yo sobre salir a rutear, me invita a dar una vuelta por los pagos bonaerenses. Sin dudarlo ni un segundo, puse rumbo al sur por la ruta 205 con destino a un clásico de los sábados, Uribelarrea, ubicado a unos 85 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires.
Él había salido más temprano, ya que a mí me tocaba terminar unas cosas del trabajo, por la cual quedamos en encontrarnos directamente en un restaurante del pueblo para compartir la sobremesa.
Luego de una hora de viaje a bordo de mi máquina, disfrutando de un excelente día de sol y una ruta con muy poco tránsito, llegué a destino, donde me esperaba él con otro grupo de amigos motociclistas. Sentado a la mesa me muestra una pequeña campana con una imagen de una calavera alada grabada en ella, y me pregunta: ¿sabes lo que es?, a lo que le respondo que no.
Es el “Guardián de la Campana” me dice, y solo sirve si alguien te lo regala. Y ahí vino mi pregunta: ¿pero para qué es que sirve?, y el relato que sigue tiene en parte de su historia la respuesta a mi pregunta, como así también, información que puede recabar de otros sitios donde se menciona al “Guardián de la Campana”.
Como sucede con toda leyenda el tiempo seguramente se habrá encargado de distorsionarla y hacer más de una versión sobre la misma simbología. Así, para explicar el amuleto de la campana vamos a encontrar historias sobre un motero solitario en un viaje a Méjico, de espíritus del camino o incluso qué significado tiene pulir la campana, pero todas ellas tienen el mismo denominador común, la campana, e incluso una misma conclusión.
Básicamente la leyenda cuenta que la finalidad de este amuleto es proteger al piloto de los espíritus malignos de la ruta, que por siglos han intentado subirse a las motos desde que comenzaron a circular por las rutas, y se manifiestan en los desperfectos mecánicos que podemos sufrir en un viaje, y todo tipo de perjuicio que nos toque soportar y que comúnmente imputaríamos a la mala suerte, pero no, son estos espíritus diabólicos los responsables de ello.
Para poder librarte de estos espíritus, dice la leyenda que será necesario colgar una pequeña campana en la moto, ya que su constante repicar atraerá a los espíritus atrapándolos dentro de la campana volviéndolos locos, y ello hará que caigan de las motos, dejando baches en la ruta como señal de que ahí han caído.
También cuenta la leyenda que, si este amuleto es regalado por un amigo o un ser amado, su poder se incrementa notablemente.
Pero, lo que sin lugar a duda es cierto de toda esta leyenda, es que, si alguien te regaló esta pequeña campanita, significa que a esa persona te aprecia y quiere cuidarte cuando estés sobre tu moto.
Así que ya sabés, si querés demostrar a tu amigo o amiga motociclista cuánto lo apreciás, podés regalarle el “Guardián de la Campana” que lo protegerá en todos y cada uno de sus viajes.
