Consejos para manejar con lluvia

Y ya van más de 10 días seguidos con lluvia en la ciudad, y la moto guardada. No es que no me guste andar con lluvia, pero prefiero (si puedo) evitarla cuando se puede y siempre que los pronosticadores le acierten con sus predicciones. Pero, como buen amante de las motos, no puedo dejar de pensar en ellas, así que aprovecho este día gris para compartirles algunos consejos que aprendí y poniendo en práctica a la vez, para poder manejar más seguros cuando llueve

Hay varios factores importantes para tener en cuenta, algunos específicos para días mojados, y otros que también nos van a servir para cualquier clima; así que a continuación veremos uno por uno.

Las cubiertas:

Las cubiertas no son justamente una parte de las motos a las que los usuarios “promedio” le prestemos mucha atención o pensemos en hacer un “up-grade” con ellas, a diferencia de lo que sucede con otras partes de nuestras máquinas, como ser filtros de aire, protecciones, escapes, etc. Basta que sean lo suficientemente blandas para el uso diario, con buen agarre y punto. Quienes tienen motos de pista o enduro deben ser más estrictos a la hora de elegir, pero la realidad es que el resto, o sea nosotros, le ponemos a la moto las cubiertas que nos recomiendan, aunque muchas veces las decisiones se toman mirando la billetera.

En días de sol, o secos, las cubiertas están ahí, giran y nada más. El problema aparece con la lluvia, y generalmente es en esas situaciones cuando nos damos cuenta de que ha llegado el momento de cambiarlas, porque un mínimo resbalón o bloqueo no deseado nos hizo asustar como para pensar en buscar la más apropiada para lluvia.

Debemos saber que en la fabricación de los compuestos de las gomas, en incluso en el mismo diseño, intervienen muchos ingenieros para lograr la mejor performance y rendimiento del caucho, por lo que no es una cuestión de marketing tanto los rangos de velocidad, como los compuestos, el vencimiento, y la superficie para la cual fueron diseñados; por lo que es muy importante buscar el neumático que más se ajuste al uso que le damos cada uno a nuestra moto: está quien hace sólo autopista y ruta, el que anda solo por ciudad, el que tiene una Trail y hace 70% asfalto y 30% ripio, está el del off road, etc; por eso es fundamental respetar el uso que hace uno mismo de su moto.

Indumentaria adecuada

Si leyeron otras de mis notas, habrán notado que siempre, pero siempre, hablo de la indumentaria adecuada; porque es lo que va a salvarnos de heridas graves si tenemos la desgracia de caernos. Por eso, una vez que tenemos las cubiertas en condiciones, debemos asegurarnos que nosotros estamos en condiciones para andar bajo la lluvia. La ropa específica para ello y que sea efectiva es cara, pero peor es andar mojado sobre la moto, ya que en invierno nos va a causar que tengamos frío, y como les comenté en otra publicación sobre cómo andar en moto, dijimos que hay que estar física y mentalmente preparado para andar en moto, ya que de lo contrario disminuyen nuestros reflejos.

Respecto a la ropa específica para lluvia, hay de dos tipos: la que nos ponemos “por si” llueve, y la que usamos “cuando” llueve. Y cuál es la diferencia principal entre ambas, que la primera está preparada para soportar algo de agua, pero no te va a mantener seco ante un viaje bajo lluvia constante; mientras que la que es para cuando llueve la conocemos todos, son esos trajes de goma enormes que se usan sobre la ropa, que nos van a mantener completamente secos de la lluvia. Y siempre queda como última opción la bolsa de consorcio con tres agujeros, (en mi caso prefiero mojarme), pero si aun así la tenemos que usar, tratemos de que no sea verde.

Dejar pasar la lluvia

A veces es difícil poder esperar a que pare un poco la lluvia, porque muchas veces quienes usamos la moto para trabajar, no podemos darnos el lujo de esperar a que pare, pero muchas veces hacerlo, puede salvarnos de un problema mayor.

Si nos encontramos en un viaje de paseo y nos sorprende la lluvia, yo recomiendo parar, siempre que sea posible, en un lugar seguro por dos cosas fundamentalmente: primero para ver si para de llover, y en caso de que no pare, debemos detenernos para esperar que se “lave” el asfalto, y te cuento el por qué.

Sobre la ruta se junta aceite, gasoil y tierra, que al caer la primera lluvia hará que se forme ese “barrito” tan molesto que no sólo ensucia muchísimo, sino que es extremadamente resbaloso, porque obviamente agua y aceite no se mezclan, entonces debemos esperar a que la lluvia fuerte lave un poco esa mezcla letal. Lo mejor será parar en una estación de servicio, tomarse un café, esperar al menos 30 minutos, para que se lave la cinta asfáltica y eventualmente esperar a que pare de llover.

Si la lluvia no amaina, la parada nos habrá servido para calentarnos un poco, secarnos, volver a calzarnos nuestro piloto impermeable y seguir, y va a ser más seguro hacerlo con la ruta limpia que con el barrito sobre ella.

Escanear el asfalto

Es muy importante no sólo cuando manejamos con lluvia, escanear permanentemente el asfalto, buscando pozos, objetos sueltos y con lluvia especialmente, manchas de aceite o gasoil, que se ven con los colores del arco iris, ya que son sumamente resbaladizas. Si nos topamos con una mancha de estas en una curva, o en una rotonda, trataremos de esquivarla sin hacer movimientos bruscos, y si no existe posibilidad de hacerlo, debemos pasar sobre ella lo más lento posible, sin acelerar y fundamentalmente SIN tocar los frenos.

Lo mismo aplica para las tapas de tormenta que encontramos sobre la calle, e incluso las uniones metálicas que hay sobre las autopistas, por ejemplo, en la Perito Moreno o en la 25 de Mayo, que son juntas de dilatación de metal, y que cerca de la cancha de Vélez se encuentran en una curva casi paralela al sentido de circulación. Estos objetos son muy peligrosos cuando llueve por lo resbaladizo cuando están mojados.

Las líneas blancas que demarcan los carriles y las sendas peatonales son también resbaladizas, incluso cuando están secas, así que ojo al andar sobre ellas o al frenar encima.

La posición del cuerpo

Algo importante también para tener en cuenta cuando debemos esquivar alguna situación potencialmente peligrosa, es que siempre debemos acompañar los movimientos de la moto con el cuerpo para compensar el peso. Generalmente lo hacemos sin darnos cuenta al esquivar autos tratando de que no toquen los espejos con los nuestros, pero siempre será necesario el movimiento para compensar situaciones. Lo importante: manejar relajado, ya que la tensión y los nervios nos harán perder la libertad de movimientos.

Manejo suave

Dijimos que hay que manejar relajados, sueltos, y eso debe trasladarse a los movimientos que hacemos en la moto, el manejo debe ser fluido y natural, evitando por sobre todo maniobras bruscas y movimientos erráticos, así como frenadas o aceleraciones violentas.

Hay que tratar de anticiparse a cualquier situación estando muy atento a lo que sucede a nuestro alrededor. Recordemos que el manejo en moto debe ser siempre defensivo teniendo presentes una vía de escape en todo momento.

La lluvia misma, sumada al espray que levantan los autos que van delante nuestro harán que la visibilidad sea muy baja imposibilitando que podamos escanear el suelo por donde circulamos, por lo que una vez más, será necesario disminuir la velocidad. No manejemos más rápido de lo que podemos reaccionar.

Buscar superficies secas

Cuando la lluvia ha disminuido generalmente se comienzan a ver zonas secas en el asfalto, así que debemos ir por ellas. Las motos van mejor sobre seco, así que trataremos siempre que sea posible, circular por los sectores secos de la calle. En las autopistas se van a secar primero los carriles de la derecha por donde circulan los camiones y colectivos, por el aire caliente que despiden los motores, así que será bueno buscar esa zona para circular. Igualmente hay que tener presente que los camiones son los que despiden mayor cantidad de espray, así que mantengamos siempre una buena distancia de frenado.

Estar relajados

Sabemos que cuando llueve, todos los conductores se ponen un poco nerviosos y más impredecibles que en situaciones normales, sea porque no encuentran el intermitente del limpiaparabrisas o no le anda el desempañador, o por cualquier circunstancia; así que, a mantenerse tranquilos, porque como motociclistas que somos, atrapados entre los elementos (climáticos y automovilistas), tendremos ganas de gritarles infinidad de cosas, pero a relajarse, que nosotros siempre vamos a llegar primero que ellos.