Cómo prepararse para andar en moto (2ª parte)
En otra entrada te contaba sobre algunas pautas básicas que son imprescindibles tener en cuenta a la hora de subirnos a nuestras motos. Desde la preparación necesaria, tanto física como mental, como de la indumentaria a utilizar y de la misma moto.
Puede que parezca no tener sentido, pero la preparación mental es muy importante, no sólo en lo referente al estado de ánimo y claridad mental, sino también en lo que respecta considerar potenciales situaciones de riesgo o peligro que nos pueden suceder. Es muy común pensar que a uno no le va a pasar, pero es mejor tener presente que siempre podemos estar inmersos en una situación de peligro.
Aceptar el riesgo propio de moverse en moto
La visibilidad es un factor crítico para las motos. Debido a que éstas son mucho más pequeñas que los autos, resulta más difícil verlas en el tránsito, y más aún en la ruta. Los automovilistas, generalmente no ven a las motos, e incluso cuando las ven, subestiman la velocidad de acercamiento y la distancia. Estos factores son los que hacen al riesgo propio de andar en moto. Las motos “invisibles” a los ojos de los automovilistas es lo que las hace vulnerables. De ahí que esté en cada uno el “hacerse” ver siempre en el tránsito, y optar por un manejo defensivo como ya expliqué en otras entradas.
Ser criterioso
En la mayoría de los accidentes donde intervienen motos, casi siempre la causa es el error del motociclista, y generalmente se deben a un error de cálculo primero, y luego a un tema de habilidad conductiva.
La habilidad para manejar una moto por sí sola no evitará que choquemos, pero el buen criterio, juicio, cálculo o como le llamemos, sí. Está en cada uno tomar buenas decisiones al momento de realizar una maniobra teniendo en cuenta el riesgo que ella implica. Cada uno maneja su propio destino y por ende su propio riesgo, debiendo representarse el resultado que trae aparejada cada decisión que tomemos al mando de la moto.
Estar preparado
Hay que estar completamente preparado para andar. Esto incluye estar preparado mentalmente y estar atento al entorno; físicamente descansado, teniendo la moto en perfectas condiciones, utilizar ropa adecuada para motos y estar preparado para las condiciones climáticas que nos toquen al salir y las que pueden producirse durante el viaje.
Saber reconocer y aceptar el riesgo de ser motociclista es el primer paso en el desarrollo de una estrategia para saber manejarlo. Investigaciones demuestran que el peligro o riesgo de daño por manejar motos es de 20 a 50 veces mayor que el de manejar un auto (www.nmcti.org). Esa es la razón por la cual debemos estar siempre preparados.
Preparación mental
La preparación mental es muy importante. El manejo de una moto requiere de una concentración mayor que la necesaria para manejar un auto debido a los múltiples factores con los que nos podemos encontrar. Por eso es importante evitar cualquier cosa que pueda alterar nuestro juicio o coordinación, incluido el alcohol o las drogas.
Preparación física
Hay que estar lo suficientemente descansado. Evitar manejar estando excesivamente cansado, estresado o preocupado. Estas situaciones pueden afectar nuestro juicio y capacidad de cálculo de las maniobras, siendo una invitación a un desastre.
Ropa adecuada
Ropa específica para motos, con las correspondientes protecciones es esencial para minimizar los daños que un accidente nos puede provocar. Además, nos da confort al manejar en situaciones de clima extremo ayudándonos a estar siempre concentrados en el camino.
La ropa debe cumplir al menos con estos tres requisitos básicos:
- Ser de colores brillantes o en su defecto tener material reflectivo para captar la atención del tránsito circundante.
- Tener protecciones para resistir golpes y abrasión en caso de caída, y así disminuir la posibilidad de lesiones en un accidente.
- Ser apta para todo tipo de clima, o específica para el clima de la zona donde deseemos andar para que el viaje sea siempre confortable y no nos distraiga.
Conocer nuestras habilidades y límites
Es importante conocer nuestras habilidades y límites, y no excederse. Los motociclistas a veces nos metemos en problemas cuando pensamos que podemos hacer algo que en realidad no está a nuestro alcance. Es necesario ir de a poco conociendo nuestros límites para saber hasta donde podemos llegar, pero siendo pacientes y practicando. Nadie se torna un experto de la noche a la mañana.
Conocer nuestra moto
No todas las motos son iguales, ni han sido diseñadas para lo mismo. Las motos de cross no son para viajar, y las de pista no sirven para andar fuera de la ruta. Su manejo es distinto, tanto como la posición que debemos tomar sobre ellas, por lo que cada una se deberá manejar de una forma diferente y a su vez, sus límites también serán distintos. Está en cada uno saber y entender cómo usar cada moto teniendo en cuenta estos parámetros.
Aceptar nuestra responsabilidad
Una vez que estemos preparados física y mentalmente, y conocemos nuestras habilidades y límites y estemos familiarizados con nuestra moto y sus capacidades, estará en nosotros solamente la responsabilidad de un manejo seguro.
Ser un motociclista responsable reduce los riesgos asociados a andar en moto, que como dijimos al principio, no son pocos. Siempre debemos tener en mente que los accidentes pueden suceder, por lo que hay que estar siempre preparados.