Test Ride Honda CBR 300R
En esta ocasión, probamos una pequeña gran deportiva, la recientemente lanzada al mercado CBR 300R. Con un diseño claramente inspirado en la Superbike CBR1000RR, esta moto viene a ocupar un lugar en un nicho poco explotado, como es el de las motos de pista de menos de 600 cc, pero capaz de brindar buenas sensaciones de manejo deportivo. Es simplemente perfecta para quienes se inician en el mundo de las motos deportivas, ya que ofrece una gran manejabilidad y comportamiento de una verdadera deportiva, acompañada de un equipamiento acorde a su segmento, con un precio accesible teniendo en cuenta que hablamos nada menos que de Honda.
Origen
La CBR 300R fue presentada por primera vez, en el mes de noviembre de 2013 en el EICMA de Milán, como una evolución de la CBR 250R, y pensando en ser el paso obligado para quienes aspiran a las deportivas de más de 600 cc que Honda ofrece.
Diseño
Estamos claramente frente a una moto deportiva, donde la parte superior del tanque de nafta está prácticamente a la misma línea que el manillar, lo que ya denota cuál va a ser la postura de manejo. El carenado delantero, ayuda a lanzar la trompa hacia adelante, alargando la silueta para darle un aspecto de moto más grande.
Los dos faros delanteros, con ángulos agudos hacia arriba, separados por una nariz, le dan una “mirada muy agresiva”. La burbuja es pequeña, pero servirá para derivar el viento si nos acostamos sobre el tanque a alta velocidad. Los espejos retrovisores son de muy bonito diseño, y están sujetados al carenado por medio de unas “columnas” de aluminio con diseño afilado para evitar turbulencias y pueden girarse fácilmente si tenemos que pasar la moto por un lugar estrecho para guardarla, por ejemplo, y podremos devolverlos a su posición original sin tener que volver a regularlos otra vez, ya que lo que se puede girar es la columna completa.
Las luces de giro me parecieron un poco grandes y anticuadas, ya que podría contar con luces led de un diseño un poco más fino y distinguido, no sólo en los giros sino en los grupos ópticos delantero y trasero.
La unidad que nos tocó estaba pintada en negro mate con franjas rojas. El cuadro casi no se distingue ya que estaba pintado en color negro también, y muy bien “tapado”, al igual que gran parte del motor, por un carenado muy completo. Sólo quedan fuera del carenado, las tapas laterales del motor, de un delicado color bronce. Pocas piezas en aluminio y sólo el escape por el lado derecho, en acero inoxidable. Las llantas de color negro mate y cinco rayos en aleación con un rodado en 17 pulgadas, llena mucho la imagen a la vez que le da un aspecto robusto.
El asiento partido, sirve para elevar el colín, que termina bien afilado con dos asas de sujeción en aluminio negro, y por debajo un guardabarros con porta patentes.
Puesta en marcha
Esta CBR 300R viene de fábrica equipada sólo con pata lateral, un tanto larga para mi gusto, ya que, al colocarla, la moto casi no se inclinará hacia la izquierda, dando la sensación las primeras veces, como que se va a volcar hacia el otro lado. Como siempre digo, podría tener caballete, que siempre sirve para dejarla “bien parada” en lugares donde exista posibilidad que la golpeen y se caiga, además de facilitar la realización de los servicios, aún los más sencillos como estirar la cadena.
La posición de manejo, como era de esperarse, es inclinada hacia adelante. Los semi manillares me recibieron bien, y pude encontrar fácil una posición cómoda.
El tanque invita a sujetarlo con las piernas y el generoso carenado frontal, ayudará a cubrirlas desde la rodilla hasta abajo, mitigando los efectos del viento. Los pedalines son rebatibles forrados en goma para suprimir las escasas vibraciones provenientes del motor.
Los puños son de buen grip y se nota una buena terminación. Cuenta con contrapesos generosos en cada extremo. Los controles de luces y encendido son de tamaño normal y buena calidad. Las manetas de freno y embrague no son regulables, pero están a una distancia normal para cualquier mano de tamaño promedio. Al darle contacto, el tablero realiza el correspondiente check. El arranque es instantáneo. Se le puede dar marcha aún con la pata colocada, pero el motor se apagará al colocar la primera como medida de seguridad. Una vez encendido el motor y hasta que no comencemos a circular, la luz testigo del ABS quedará encendida.
En movimiento
La caja de cambios de sexta es precisa y silenciosa. Ni bien la moto se mueve unos metros se apaga la luz del ABS. Otro detalle que podría ser un plus para la Honda es el indicador de marcha engranada. Motos de segmentos más bajos, mismo de Honda, como la nueva CB125F Twister (que al momento de esta nota la tenemos en le garaje de motonews para probar), cuentan con el indicador en el tablero.
El andar de la moto es suave debido al seteo de las suspensiones que es más vale blando. La suspensión delantera está a cargo de una horquilla telescópica tradicional, con barras de 37 mm de diámetro y 130 mm de recorrido. La trasera, está compuesta por un basculante de doble brazo con amortiguador Pro-Link, con recorrido de 107 mm, y regulable en la precarga con una herramienta provista en el set que viene de fábrica.
El tacto de los frenos es correcto, al igual que la frenada. Lleva un disco delantero de 296 mm mordido por una pinza Nissin de 2 pistones. El trasero también es de disco de 220 mm con pinza de un pistón, con ABS de serie. En ocasiones de exigir la frenada, el ABS entra en acción rápidamente en el tren trasero, no así en el delantero. Realmente la disponibilidad del ABS otorga una seguridad adicional al piloto en todo tipo de situaciones y no sólo en piso mojado. Pulgar arriba para Honda por el sistema de antibloqueo para la CBR 300R.
Motor
Su motor mono cilíndrico, si bien no deslumbra con sus prestaciones, cumple perfectamente su misión ofreciendo prestaciones notables para sus 286 cc, más que nada apoyado en una buena curva de par y respuesta a cualquier régimen. La planta motriz es una versión evolucionada del motor de la CBR250R, que ahora cuenta con 286 cc, distribución DOHC, 4 válvulas e inyección electrónica PGM-Fi, entregando unos muy respetables 31 cv a 8.500 rpm con 27 Nm de par a 7.250 rpm.
El motor suena muy bien, sin ruidos metálicos de vibraciones indeseadas que provengan de otros objetos; y a altas revoluciones se hace sentir con un sonido muy parejo y agradable. El caño de escape, con un silenciador de gran tamaño, cumple correctamente su función de apagar todo tipo de sonido proveniente de motor, aunque me hubiera gustado un poquito más de ronroneo.
Equipamiento / instrumental
El tablero tiene como protagonista un cuentarrevoluciones que llega hasta las 12.000 rpm y un velocímetro digital retroiluminado en color naranja, algo anticuado, pero de fácil lectura. En esa pantalla digital, sobre la parte superior izquierda se encuentra el reloj, y por debajo el indicador del nivel de combustible con una escala de 6 barras. En el centro y con dígitos grandes el velocímetro. Por la derecha y arriba, odómetro total y parcial, y por debajo de éste el indicador de temperatura con el mismo sistema de barras que el de combustible. Fuera del cuadrante, y ubicados uno a cada lado del tacómetro, se ubica el resto de los testigos luminosos: por la izquierda el indicador de giro izquierda, check engine y ABS, por la derecha, el indicador de giro derecha y luz alta. Justo debajo del panel digital los dos únicos botones con la leyenda “mode” y “reset” para operar el odómetro parcial del panel digital.
Por su parte, en la piña izquierda encontraremos el interruptor de luz alta/baja, por delante el “passing” o guiñada, y por debajo botón de bocina. Se complementa con el interruptor de luces de giro. En la piña derecha, el clásico interruptor de marcha, y el botón de encendido.
Circulando, el asiento resultó ser confortable en su justa medida, pero creo que, ante un viaje largo, las posaderas nos van a pedir tregua antes de lo previsto, porque el mullido es algo escaso, lo mismo que para el acompañante. Pero en contrapartida, el diseño del asiento partido le queda muy bien, porque el que corresponde al pasajero, al estar más elevado, genera una especie de pequeño tope para el piloto. Pero quien vaya de acompañante, no la va a pasar muy bien. El pequeño sillín, al ser extraíble para acceder al compartimiento de herramientas y conexiones, cuenta con poco mullido.
Y ya que hablamos de pasajero, siendo la CBR 300R una moto de pista, no podemos pedirle confort para quien ocupe la parte trasera. Si bien cuenta con asas de tamaño generoso y de un diseño muy bien logrado, los pedalines quedan un poco altos, obligando al pasajero a flexionar mucho las piernas. Pero tengamos en cuenta que no es un modelo concebido para rutear de a dos.
Si quitamos el asiento del pasajero, que se abre colocando la llave de contacto en la cerradura ubicada en la cacha trasera izquierda, encontraremos un pequeño sobre plástico con una cantidad interesante de herramientas, entre ellas cuatro llaves de distintas medidas, llave alen, cable para colgar el casco desde el interior del bajo asiento, y un práctico lugar para colocar el manual de la moto.
Consumo
El consumo de la Honda CBR 300R, es coherente con su motor, ya que ronda los 3,3 litros cada 100 km con un uso moderado, llegando a los 4 l/100 km, si se la exige un poco. El tanque de combustible cargó 13 litros, lo que debería otorgar tranquilamente una autonomía de al menos 300 km.
Conclusiones
Lo más fácil es empezar por la marca. La CBR 300R es Honda, y de la mano viene la calidad de todos los componentes, tanto en lo que hace a plásticos, parte ciclo, como motor y prestaciones. Tal vez el diseño podría haber recibido una actualización para nuestro mercado, ya que estamos frente a una moto que vio la luz en el 2013, pero siendo una novedad para nuestro país, no puede disgustar a nadie. El comportamiento dinámico es muy previsible, con respuesta del motor acorde a sus 31 cv y en todo el rango del velocímetro, sin necesidad de elevar las vueltas para conseguir respuesta, ya que la entrega de par se nota en todo el rango del cuentavueltas.
Puntos a favor y mejorables
A favor:
- Terminaciones y calidad general
- Respuesta del motor a cualquier régimen
- Frenos ABS
- Comportamiento dinámico
Puntos a mejorar:
- Agregado de tecnología led
- Falta de caballete
- Sin indicador de marcha engranada
Competidores
Entre sus competidoras principales, está la Yamaha YZF-R3 bicilíndrica de 321 cc, también la KTM RC390, o la nueva Kawasaki Ninja 400, pero estas dos con más de 100 cc de diferencia; la Bajaj Rouser RS 200 con 24,5 hp y 200 cc; y la Benelli 302R con motor bicilíndrico de 38 hp de potencia.
Precio
La Honda CBR 300R está disponible en 3 colores: rojo, negro mate y negro brillante a un precio sugerido de $ 175.100.
Ficha técnica Honda CBR 300R
Motor
- Cilindrada: 286 cc
- Ciclo: 4 tiempos
- Distribución: DOHC
- Cilindros: 1
- Válvulas por cilindro: 4
- Alimentación: Inyección electrónica de gasolina PGM-FI
- Refrigeración: Líquida
- Diámetro por carrera: 76 mm x 63 mm
- Compresión: 7 :1
- Potencia máxima declarada: 8 CV a 8.500 rpm
- Par máximo declarado: 27 Nm a 7.250 rpm
- Encendido: Digital
- Batería: 12V-6AH
Transmisión
- Transmisión secundaria: Cadena
- Embrague: Multidisco en baño de aceite
- Accionamiento: Mecánico; por cable
- Número de marchas: 6
Chasis y suspensiones
- Tipo: Doble viga de acero
- Suspensión delantera: Horquilla telescópica, diámetro de barras 37 mm, recorrido 130 mm
- Suspensión trasera: basculante doble brazo Tipo1 con amortiguador Pro-Link, recorrido 107 mm
Frenos
- ABS: de serie
- Delantero: 1 disco 296 mm de diámetro, pinza Nissin de 2 pistones
- Trasero: Disco de 220 mm de diámetro, pinza de 1 pistón
Ruedas
- Delantera: Llanta 17 «, neumático 110/70-17
- Trasera: Llanta17 «, neumático 140/70-17
Dimensiones
- Longitud máxima: 035 mm
- Anchura máxima: 720 mm
- Altura máxima: 120 mm
- Distancia entre ejes: 380 mm
- Altura del asiento: 785 mm
- Avance: 98 mm
- Ángulo de lanzamiento: 05 º
- Capacidad del tanque: 13 litros
- Peso declarado: 164 Kg